Da igual todo. El análisis de la ceremonia de los Oscar 2017 pasa por un único instante. Todos sabemos al que me refiero.
‘La La Land’ partía como grandísima favorita tras batir récord de premios en los Globos de Oro y en las nominaciones de los Oscars. La gran duda de la noche parecía ser si conseguiría igualar -o incluso superar- los once galardones de ‘Ben-Hur’, ‘Titanic’ y ‘El retorno del rey’. A medida que avanzaba la gala se confirmaba que no habría tal récord, pues los premios estaban siendo muy repartidos.
Pero el final de la ceremonia parecía ser territorio de ‘La ciudad de las estrellas’. Damien Chazelle y Emma Stone confirmaban las predicciones y se convertían en Mejor director y Mejor actriz protagonista. Acumulaban seis premios y quedaba el principal, para el que también se veían favoritos.
Y sí, Warren Beatty y Faye Dunaway, veteranos del cine, salieron al escenario y anunciaron a ‘La La Land’ como Mejor película. Nadie se sorprendía. Hubo ciertas dudas al abrir el sobre, pero nadie se sorprendió al conocer a la vencedora; seguramente la edad de los actores que interpretaron a Bonnie y Clyde había empeorado su vista.
Pero los académicos sabían que esa no era la película elegida. Tuvo que ser un realizador el que, mientras el equipo del musical dirigido por Damien Chazelle celebraba su premio sobre el escenario, saliera a comunicarles que se había producido un error. Y fue el productor de ‘La ciudad de las estrellas’, Jordan Horowitz, quien anunció que habían perdido. "No es un chiste", repetían desde el escenario. ‘Moonlight’ era la vencedora.
Y con los miembros de ambas películas sobre el escenario, Warren Beatty explicó que el sobre que le habían entregado contenía el premio de Mejor actriz protagonista para Emma Stone. Algo no cuadraba, pero en el papel ponía ‘La La Land’ y era la esperada vencedora, por lo que optaron por pronunciar su nombre.
La cuenta oficial de Twitter de la Academia de Hollywood y los medios de comunicación de todo el mundo informaron sobre el séptimo galardón de la noche para ‘La La Land’. Poco después, todos se vieron -nos vimos- obligados a rectificar en medio del estupor.
Fue el momento de la gala. Y seguramente sea uno de los momentos de la Historia de los Oscars desde que aparecieron en 1929. Nunca se había producido un error así, y menos en la categoría más destacada de todas.
Incluso si no se hubiera producido este error, la sorpresa habría sido mayúscula. La forma solo demuestra que los finales alternativos y sorprendentes no son patrimonio exclusivo del otro lado de la pantalla. En ocasiones la realidad también nos depara (bochornosas) sorpresas. Si el resultado final es satisfactorio o no y si la triunfadora de la noche es 'La La Land' o 'Moonlight' queda abierto para el debate. Y que se produzca ese debate es en sí mismo llamativo en una edición en la que 'La La Land' iba a arrasar, pero en la que un error de última hora le privó de su final feliz.
(Publicado en Los Lunes Seriéfilos)
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