viernes, 17 de febrero de 2017

Cine y baloncesto; cuando las cámaras entran en la cancha

Este fin de semana coinciden dos de los eventos más trascendentes de la escena baloncestística. En España, Vitoria acoge entre el jueves y el domingo la Copa del Rey, que disputan los ocho mejores clasificados de la primera vuelta de la Liga Endesa. Al otro lado del charco, la NBA celebra el All-Star Weekend, el fin de semana de las estrellas, con multitud de eventos deportivos y de espectáculo que culminarán el domingo con el Partido de las Estrellas, en el que se enfrentan los mejores jugadores de la mejor liga de baloncesto del mundo.

El baloncesto también ha levantado pasiones en el mundo del cine; algo que es fácil de comprobar viendo la afición de Spike Lee por los New York Knicks o de Jack Nicholson por los Lakers de Los Ángeles. Como es lógico, esa pasión se ha trasladado a la gran pantalla. Y como un partido de baloncesto tiene cuatro cuartos, vamos ahora a mencionar cuatro películas que giran en torno al deporte de la canasta.

1 - Los blancos no la saben meter (White Men Can’t Jump, 1992)


Esta comedia de Ron Shelton jugaba con uno de los tópicos de un deporte en el que los afroamericanos son los líderes indiscutibles. Woody Harrelson y Wesley Snipes dan vida a dos ambiciosos jugadores de baloncesto que hacen dinero enfrentándose contra quienes se atreven a retarles en partidos callejeros.

Una comedia ligera, ingeniosa y entretenida, con personajes tan patéticos como entrañables, que refleja de forma irónica los partidos de baloncesto en las canchas de los suburbios estadounidenses, con peleas, egos subidos y ropas estrafalarias. No es una obra maestra, pero garantiza el disfrute y cuenta con protagonistas carismáticos. La película tuvo un notable éxito y una repercusión que se alargó varios años. 


Hace algunas semanas se anunció un remake del filme, que dirigirá Kenya Barris y que contará con Blake Griffin, una de las estrellas blancas de la NBA.


2 - Una mala jugada (He Got Game, 1998)

Spike Lee, todo un fan del baloncesto, escribe y dirige una de las mejores películas que se hayan realizado sobre este deporte. Al frente del reparto encontramos a Denzel Washington, que da vida a un hombre cumpliendo condena por el asesinato de su mujer al que el gobernador del estado ofrece un trato para reducir su condena si consigue convencer a su hijo, una estrella del baloncesto juvenil, para que fiche por el equipo local. El hijo, por cierto, está interpretado por el dos veces campeón de la NBA Ray Allen

En realidad, el baloncesto, a pesar de su continua presencia en la cinta, es poco más que un mcguffin, una excusa, pues el tema central es la compleja relación entre un padre y su hijo. Elementos de fondo como la reconciliación, la toma de decisiones y la supervivencia en entornos conflictivos otorgan a la película profundidad y dramatismo. Esto, unido al estudio de los personajes y a la gran actuación de los dos protagonistas, dio lugar a una película muy recomendable tanto para los amantes de este deporte como para quienes no lo son tanto.

3 - Entrenador Carter 
(Coach Carter, 2005)


Es la clásica historia deportiva épica: el equipo de baloncesto de un instituto de un barrio pobre cuenta sus partidos por derrotas y el ambiente en el equipo, lleno de jugadores egoístas, es pésimo. La llegada de un nuevo entrenador consigue cambiar la dinámica por completo. Sin embargo, a pesar de la racha de victorias, el entrenador Carter decide cancelar la participación de su equipo en el torneo mientras sus jugadores no mejoren sus resultados académicos para gozar de perspectivas de futuro. 

Samuel L. Jackson da vida a Ben Carter, el protagonista de esta película basada en hechos reales, mientras entre los jugadores destaca un joven Channing Tatum. Está cargada de tópicos y es muy previsible en casi todos sus aspectos, pero guarda cierto trasfondo sobre la ética profesional, la importancia de la educación y la situación en los barrios marginales estadounidenses.

4 - Hoosiers: más que ídolos (Hoosiers, 1986)

Una de las películas deportivas más admiradas de la Historia del cine. Con dos nominaciones a los Oscar (a Dennis Hooper como Mejor actor de reparto y a la BSO), una más a los Independent Spirit Awards (a Mejor ópera prima) y varias menciones en listados del American Film Institute, es la película de ficción más galardonada de todas las que giran alrededor del baloncesto.

Inspirada parcialmente en hechos reales, narra la historia del instituto de una pequeña ciudad de Indiana que en la década de los 50 consigue el campeonato estatal de la mano de un nuevo entrenador, que arrastra un complicado pasado y que inicialmente es rechazado en el centro. Una historia de superación y épica como muchas otras que abundan en las películas de temática deportiva, pero con una tendencia a la sencillez que le otorga mayor grandeza. Notables tanto la dirección de David Anspaugh, como las interpretaciones de Gene Hackman y Dennis Hooper.

Probablemente sea la película más baloncestística de la lista y en la que el amor por el deporte juega un papel más trascendente. Resulta interesante también para descubrir la evolución del juego, pues la película se ambienta en los 50, cuando los jugadores negros no podían competir en la liga de blancos y cuando la competición era mucho menos ágil y espectacular.

Prórroga - Space Jam (1996)

No podía faltar. Es la película de baloncesto por excelencia. Protagonizada por el mejor jugador de la Historia de este deporte, Michael Jordan, combina animación con actores reales, incluyendo estrellas de la época dorada de la NBA. Esta divertida película narra cómo los Looney Tunes deben enfrentarse a un grupo de pequeños extraterrestres que les han desafiado. Si Bugs Bunny y su equipo pierden, deberán dejar la Tierra e irse a otro planeta; ante las trampas de sus rivales, solo Michael Jordan podrá evitar la derrota de los Looney Tunes.

Una película de culto para muchos y un recuerdo imborrable en la infancia de otros, debemos reconocer que es un producto comercial que buscaba aprovechar el tirón de uno de los deportistas más rentables que ha habido. Sin embargo, el desfile de jugadores de élite, el humor sencillo y entretenido, el inolvidable “I Believe I Can Fly” de su banda sonora y la siempre curiosa mezcla de animación con acción real hicieron que esta película pasara a los anales del cine. Y del baloncesto.

Para 2018 se espera una secuela dirigida por Justin Lin y que contará con el jugador llamado a suceder a Jordan, Lebron James, como gran estrella. 

(Publicado en Los Lunes Seriéfilos)

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