lunes, 22 de enero de 2018

Five Came Back: Hollywood y la II Guerra Mundial a través de cinco maestros del cine


Que en la actualidad la series están desplazando al cine como el producto audiovisual por excelencia es algo que ya se lleva sabiendo desde hace bastante tiempo. Que, al mismo tiempo, sobre todo gracias a plataformas como Netflix, el documental está viviendo una edad dorada es algo que también se conoce. Sin embargo, el interés que estos últimos han despertado en los medios ha sido mucho menor. Por eso en Los Lunes Seriéfilos estamos dispuestos a prestar un poquito más de atención a este género, casi siempre percibido como menos comercial o entretenido que la ficción, aunque con un potencial incuestionable. 

En este contexto, Five Came Back podría considerarse un paradigmático metadocumental que, además de reunir varias de las características del actual boom del género, trata sobre algunos de los documentales más famosos de la historia del cine, como Why We Fight. Producido por Netflix, narra en tres episodios cómo cinco de los cineastas más importantes de la historia –Frank Capra, John Ford, William Wyler, George Stevens y John Huston– abandonaron sus carreras en Hollywood para poner sus cámaras al servicio de una causa mayor: retratar la II Guerra Mundial y cambiar los designios de la batalla con su obra. Está narrada por Meryl Streep y comentada por Steven Spielberg, Francis Ford Coppola, Guillermo Del Toro, Paul Greengrass y Lawrence Kasdan.

La obra no plantea grandes innovaciones en el apartado visual, pues aprovecha los planos fijos de los comentadores y las imágenes de archivo y las propias obras de los protagonistas, que es lo más valioso. Tampoco lo hace en su narración, cronológica, aunque con detalles y elementos muy interesantes –como los créditos iniciales–. Se trata, en general, de una construcción sencilla, pero sin fallos, sabiendo que el verdadero interés está en el contenido. Un contenido tan potente, tan interesante y tan relevante que, solo con él, las posibilidades de hacerlo mal son casi nulas.

Aunque es cierto que el ritmo no siempre se mantiene y que los tres capítulos resultan parcialmente irregulares: el primero es el más sencillo, con unos personajes que, en su mayoría, todavía no eran las estrellas que llegarían a ser y con una contienda todavía en ciernes; la segunda parte llega a resultar monótona, centrada en el desarrollo del conflicto y en lo que cada uno de esos cinco realizó en pro de la propaganda o de narrar la guerra; y la tercera, la más emocionante, incluye la liberación de las ciudades tomadas por los nazis, la llegada a los campos de concentración, el fin de la guerra y el regreso de los directores a Hollywood.


La emotividad de esta tercera parte, con un montaje más interesante que en las anteriores, y con una carga dramática mucho mayor, la convierten en la mejor de las tres. De hecho, el título original, Five Came Back, hace alusión precisamente a este episodio. Más allá de la relevancia de sus obras durante el conflicto, lo verdaderamente interesante del documental es ver ese cambio que estos cinco directores habían experimentado en la guerra, así como comprobar que el Hollywood al que volvieron tampoco era el mismo.

Y el actual tampoco es como el de entonces. Muchas cosas han cambiado. Y, por suerte, se ha conseguido la suficiente perspectiva para contar esta historia en la que, tal vez, solo tal vez, falte cierta crítica, pero que consigue abrir un debate sobre la propaganda, la industria y el reflejo de la guerra y el enemigo. Y hacerlo no desde una óptica moralista actual, sino desde el reconocimiento cinematográfico y humano a esas producciones y esos directores, tiene un valor superior si cabe.

Pero es posible que no lo necesite. Solo con la historia que se narra y sus protagonistas, el atractivo de Five Came Back es innegable. Y debería ser de obligado visionado tanto para los amantes de la historia como, y sobre todo, para los amantes del cine. Porque es posible que no estemos ante una obra maestra, pero sí que trata sobre auténticos maestros.

Lo mejor: la perspectiva que se adopta
Lo peor: que resulte irregular
Nota: 8

(Publicado en Los Lunes Seriéfilos)

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