lunes, 19 de diciembre de 2016

Turquía: conflictos internos y externos en 2016

Tras el atentado con coche bomba que el pasado 4 de diciembre mató a más de 40 personas en Estambul, Turquía ha vuelto a estremecerse con otro acto terrorista. En esta ocasión ha sido contra un autobús militar en la ciudad de Kayseri, en el centro del país, y la cifra de muertos asciende a trece. Estos han sido los últimos, pero no los únicos ataques terroristas contra el país otomano este año.

FOTO: EP
Aunque menos mediáticos que los de Francia o Bélgica, los ataques terroristas en suelo turco han generado un fatídico flujo informativo, tanto por su reiteración como por la diversidad de los terroristas. Han sido hasta 16 los atentados de consideración que han sacudido Turquía este año (la mayoría contra policías y centros turísticos), perpetrados no solo por los yihadistas del ISIS y grupos afines, sino también por grupos kurdos, con los que el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan mantiene una intensa confrontación.

Precisamente el conflicto kurdo es una de las causas detrás del intento de golpe de estado que en julio intentó derrocar al gobierno turco. Aunque ha habido voces que lo consideran un movimiento para justificar una importante represión política, con detenciones y suspensiones de empleo masivas, parece que el golpe fue auténtico, a pesar de la existencia todavía de vacíos informativos en un suceso que se saldó con más de 250 muertos.

El retroceso del Estado de derecho que siguió a la asonada militar, y que ya se había hecho patente en meses anteriores, ha sido uno de los puntos de mayor tensión entre Turquía y la Unión Europea. Sobre todo, porque en marzo, Bruselas y Ankara habían firmado un pacto que permitía devolver a Turquía a demandantes de asilo llegados a países europeos sin permiso. A cambio, se prometía a los otomanos un acercamiento a la Unión Europea y compensaciones económicas.

Migrantes

Las llegadas de migrantes a países miembros de la UE han caído, pero las muertes en el mar han aumentado, pues los refugiados se han visto obligados a optar por la ruta del Mediterráneo Central entre Libia e Italia, mucho más peligrosa. El que ha sido denominado por muchos como “Pacto de la Vergüenza” ha permitido a Europa lavarse las manos, externalizando el problema a otros países de dudoso respeto a los Derechos Humanos. Sin embargo, en los últimos meses han crecido los reparos a seguir negociando con Turquía. Así, la Eurocámara votó a finales de noviembre por congelar esas negociaciones, a lo que el gobierno turco respondió amenazando con dejar pasar a Europa a los refugiados que se encuentran en suelo otomano.

A la cabeza del veto a Turquía se encuentra Austria. La relación entre ambos países hace mucho que no es sencilla y la convivencia entre la población turca en Austria y los ciudadanos locales tampoco es un camino de rosas. El papel de los medios en el país alpino, sobre todo de aquellos de corte sensacionalista, tampoco ha facilitado las relaciones entre ambos países. La escalada diplomática, que se ha reavivado en los últimos días, ha tenido al ministro de Asuntos Exteriores turco, Mevlüt Çavusoglu, y a su homologo austriaco, Sebastian Kurz, como protagonistas, y en ningún modo parece estar cerca de solucionarse.

Desde países como España se contemplan estos eventos sin demasiado interés. Se observa la deriva autoritaria de Erdogan y su participación activa en la guerra de Siria, pero nadie parece querer implicarse demasiado con un país y unos conflictos que resultan más lejanos de lo que en realidad son.

Y es que el país otomano volverá a jugar en 2017 un papel clave en la compleja situación de Oriente Medio. No solo como ruta de paso de refugiados procedentes sobre todo de Siria, sino por la trascendencia de sus decisiones en la guerra civil de este país. Ahora que Estados Unidos parece querer mantenerse al margen, el protagonismo de Turquía y Rusia -o lo que es lo mismo, de Erdogan y de Putin- hace presagiar un año complejo. Un año en el que el mundo volverá a estar pendiente de Turquía, tras haber sido pieza clave en la geopolítica de este 2016.

(Publicado en bez.es)

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