lunes, 30 de enero de 2017

El coche eléctrico acelera en España

FOTO: Acciona
El pasado 14 de enero en Buenos Aires se cerraba una de las ediciones más exigentes del Dakar, en la que la meteorología había afectado a varias de las etapas del recorrido. Pero más allá de la dureza del rally, esta edición se recordará por haber sido la primera en la que un coche totalmente eléctrico terminó la mítica prueba. El Acciona 100% EcoPowered consiguió completar el recorrido sin emitir CO2 y sin utilizar combustible. La hazaña demuestra no solo una creciente concienciación con las energías limpias, sino las posibilidades de una tecnología con cada vez mayores prestaciones.

Esas conclusiones son las mismas que explican el importante crecimiento de las ventas de coches eléctricos en España. En 2016 el mercado de automóviles eléctricos aumentó en un 51,5%, según los datos de la ANFAC, la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles. Aquí se incluyen los vehículos eléctricos puros (BEV), de autonomía extendida (E-REV) y los híbridos enchufables (PHEV), mientras los vehículos híbridos, que se contabilizan de forma independiente, han visto sus ventas aumentar en un 68% con respecto al año 2015. En total, las ventas de vehículos de combustión alternativa en España alcanzaron una cuota de mercado del 2,6%.

Estas cifras continúan la tendencia creciente de los últimos años y alcanzan datos nunca vistos. Sin embargo, nuestro país todavía tiene un largo camino por recorrer para equipararse a otras naciones europeas como Francia o Alemania, donde el coche 100% eléctrico supera el 1% de cuota de mercado, mientras aquí no se alcanza el 0,25%. En países como Holanda o Noruega, estos niveles son aun mayores, destacando el 17% del país escandinavo, la referencia a nivel mundial.

Diferencias y desafíos futuros

Aunque la concienciación con el medio ambiente y el nivel de renta de los ciudadanos son argumentos de peso, estas diferencias tienen su origen habitualmente en los incentivos de los distintos gobiernos. En el caso noruego, los vehículos enchufables están exentos de impuestos, tienen acceso al carril bus y a zonas restringidas y disfrutan de gratuidad en los peajes y en los aparcamientos públicos. Alemania, por su parte, incentiva con importantes descuentos a los compradores de vehículos eléctricos. El Gobierno de Angela Merkel también ha anunciado su intención de prohibir la circulación de todos los coches de combustión térmica a partir de 2030.

España intenta recuperar terreno y, a pesar del recorte a muchas de las medidas destinadas a potenciar el coche eléctrico debido a la crisis, el Plan de Impulso a la Movilidad con Vehículos de Energías Alternativas 2017 (MOVEA) pretende fomentar la compra de automóviles “limpios” a través de ayudas. Ese mismo plan aspira también a aumentar el número de puntos de recarga para vehículos eléctricos, otro de los aspectos en los que estamos a la cola de Europa.

Mas, aunque estos esfuerzos estén dando más fruto que en España, la falta de una mayor red de estaciones de recarga sigue siendo uno de los mayores frenos al coche eléctrico a escala global. Por eso, tanto Tesla, que como líder del mercado actúa a menudo de forma independiente, como otros grandes fabricantes de automóviles intentan ahora dotar a Europa de una red de puntos de recarga que hagan más sencilla la circulación con vehículos dependientes de una batería enchufable. BMW, Daimler, Ford y Volkswagen anunciaron a finales de 2016 un plan conjunto con el que buscan construir una red de 400 estaciones de carga por toda Europa.

Pero también hace falta que los coches eléctricos continúen mejorando su tecnología, de modo que la autonomía de sus baterías pueda equipararse a la de un motor de combustión térmica. También será necesario un equilibrio en el precio: los fabricantes se están aplicando en el lanzamiento de modelos eléctricos cada vez más asequibles, pero aun faltan años -se estima 2025- para que se iguale el precio de vehículos eléctricos y tradicionales.

Estas mejoras, unidas a la recuperación económica, los planes gubernamentales y a la creciente preocupación medioambiental, harán que las ventas sigan aumentando en 2017. Y más en España, donde el desembarco de Tesla a lo largo de este año debería suponer el impulso definitivo para el vehículo eléctrico.

(Publicado en Neupic)

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