viernes, 6 de julio de 2018

[Atlàntida Film Fest] Crítica: 'Waiting for Barcelona' (2018), de Juho-Pekka Tanskanen

[Atlàntida Film Fest] Crítica: 'Waiting for Barcelona' (2018), de Juho-Pekka Tanskanen

El documental finlandés 'Waiting for Barcelona' aborda el drama de la inmigración desde la perspectiva de un hombre que espera a que se regularice su situación mientras intenta sobrevivir en la ciudad condal


Esta semana, con la recepción del barco Open Arms con 60 migrantes a bordo, Barcelona volvía a mostrarse como una ciudad abierta y acogedora. Se trata de una decisión, ante todo, humanitaria. No obstante, tras este tipo de actuaciones existe una gran cantidad de desafíos que van más allá de la llegada de los migrantes y que también deben afrontarse: el alojamiento, la regularización de la situación de esas personas, la atención sanitaria de las mismas, etc. 

Otro de los riesgos que se derivan de los fenómenos de inmigración irregular es el top manta: una problemática que no debe simplificarse, pues criminalizar a los vendedores no es justo, sobre todo por las condiciones en las que deben aceptar esas prácticas, pero no es menos cierto que se trata de una actividad ilegal que supone un perjuicio para los creadores y para la economía en general. 

Sobre todo esto reflexiona el documental ‘Waiting for Barcelona’ y, aunque adopta una clara postura, lo más relevante es su ubicación del individuo en el centro del relato. Más allá de cifras macro, no se pueden perder de vista las historias de las personas afectadas por esta situación; individuos únicos, con una sola vida, que buscan sobrevivir de la mejor manera posible. 

Esas historias suelen resultar dramáticas y tristes, algo que se refuerza con el uso del blanco y negro. Sin embargo ‘Waiting for Barcelona’ no se centra únicamente en el drama y el sufrimiento, sino que muestra la complejidad de la situación, con momentos mejores y peores, con historias más o menos felices. De esas historias, la que sirve de hilo conductor es la de Mou, un gambiano llegado a Barcelona hace 17 años y que está a la espera de conseguir los papeles.

[Atlàntida Film Fest] Crítica: 'Waiting for Barcelona' (2018), de Juho-Pekka Tanskanen

Una espera que parece eternizarse, con continuos retrasos. La narración hace partícipe al espectador de esa sensación de espera, en la que se pierde la noción del tiempo ante un avance tan lento y frustrante. Mientras tanto, una cámara al hombro acompaña a Mou, intercalando imágenes alegóricas y encuadres arriesgados, dotando a toda la obra de una clara vocación artística. 

Ahí, y en su apuesta por centrarse en las historias de los individuos, es donde el documental destaca, mas pierde fuerza cuando se introduce en luchas políticas, pues cae en una cierta simplificación del problema, que aborda de forma sesgada. Las soluciones son mucho más complejas de lo que la obra parece dar a entender, por más que sea esencial incluir esta perspectiva en cualquier análisis que se realice sobre el tema.

Una obra actual y pertinente 


La muerte de un mantero senegalés en abril en el barrio de Lavapiés, el repunte en la llegada de migrantes a las costas españolas, los debates europeos sobre la inmigración, el comienzo de la temporada turística, el desafío independentista catalán… La película entronca perfectamente con la actualidad. De hecho, la utilización de una Barcelona independentista y masificada por el turismo resulta paradójica por los debates sobre el racismo y el nacionalismo que eso plantea.

Y en el debate actual sobre la refundación de la Unión Europea es también curioso que una película finlandesa, con participación danesa y francesa, relate una historia ambientada en España. En ‘The Great European Cigarette Mystery’ encontrábamos una película de Dinamarca que se ubicaba principalmente en Malta. El Atlàntida Film Fest demuestra su enriquecedora vocación europea y, con películas como ‘Waiting for Barcelona’, su orientación hacia temas sociales. 

Así, aunque se pueda cuestionar alguno de los postulados de la cinta, no se puede negar la importancia del tema que aborda ni la necesidad de visiones centradas en cada persona. Porque, en realidad, ninguna persona es ilegal. 

Lo mejor: que coloque a un ser humano en el centro del relato 
Lo peor: que su análisis del problema sea simplista 
Nota: 7

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