jueves, 29 de diciembre de 2016

La deriva del periodismo

Hay pocas cosas más típicas en esta época del año que los resúmenes sobre lo que ha ocurrido en el año que va terminando. La mayoría de estas recopilaciones son sencillas, nostálgicas y visuales, centrándose en los eventos más destacados y que más seguimiento han tenido en los medios (no necesariamente los más importantes). Son simplificaciones de lo ocurrido en los últimos doce meses que gozan de un éxito notable y que permiten al espectador, oyente, lector o usuario sentirse informado.

FOTO: Pixabay
Soy el primero que disfruta con ellos, tanto como consumidor como periodista, porque nos permiten hacer balance, obtener perspectivas y relaciones a vista de pájaro y descubrir tendencias. Pero lo cierto es que estos productos mediáticos premian la simplificación y la búsqueda de consumidores, sin aportar la profundidad, el rigor y la novedad que siempre deberían guiar al periodismo.

Recuerdo ver estas recopilaciones en los informativos del 31 de diciembre cuando era más joven, pero en los últimos años se han extendido y adelantado, haciéndose presentes casi desde mediados de diciembre. Su éxito en las redes sociales y los medios digitales, donde predominan las listas, las imágenes y en general, lo fácil, hacen que sean cada vez más habituales. Así encontramos listas sobre lo ocurrido en cada área informativa, en cada mes, en cada país...

La proliferación de resúmenes demuestra que si algo triunfa en la red, el resto de medios de comunicación intentarán explotarlo. Y es que el digital ha marcado el comportamiento de los medios tradicionales, que se han dejado llevar, creyendo que la renovación era estar presentes en los soportes digitales y adaptarse a lo que en ellos podría triunfar. Así, Internet marca tanto el contenido como la forma de comunicarlo de los demás medios y soportes.

Lo digital ha protagonizado 2016

Y para probar esto podemos recurrir a ejemplos de este 2016, logrando así nuestro propio resumen del año. El primero son los bulos que tanto influyeron en la elección de Donald Trump como presidente estadounidense. A pesar de que nunca había habido tanta información accesible, las informaciones falsas en la red y la falta de comprobación hacen que el déficit de análisis y rigor haya aumentado.

También hemos comprobado cómo el mundo digital ha cobrado un protagonismo cada vez mayor. La realidad electrónica se ha hecho un hueco tan importante en los medios de comunicación, que un debate en Twitter o una noticia sobre Pokémon GO se reflejan en un periódico con mayor profusión que la mayoría de sucesos reales. También los personajes y profesionales de Internet, como los youtubers, se han convertido en conocidos referentes, presentes con frecuencia en los medios. Y con ellos, sus polémicas, que no solo generan un intenso debate en la red, sino que se trasladan a otros soportes.

En este sentido, que algo se haga viral es motivo suficiente para que sea tratado en los medios. Da igual el qué, sea un mannequin challenge o un tuit sobre la cabalgata de Reyes, lo importante parece ser el hecho de haber generado actividad en las redes. Y para lograr presencia en la Red, dadas las condiciones de la misma, lo habitual suele ser la excesiva simplificación, la generalización y la polémica (que, no por casualidad son algunos de los elementos que mejor aprovechan los partidos populistas y radicales, tan protagonistas este año).

Resulta curioso que el contrapeso a este tipo de prácticas hayan sido sobre todo algunos medios nativos digitales, que han aparecido para aportar ese análisis y punto de vista original y calmado que los medios tradicionales parecían estar perdiendo en ese intento de “modernización”. Si los medios digitales pueden explicar la pérdida de calidad del periodismo, también ellos parecen tener la solución para ello. Son estos medios concienzudos y responsables, entre los que podemos incluir con cierto orgullo a bez.es, los que reflejan las posibilidades para hacer un periodismo más plural y mejor existen. Ojalá sepamos aprovecharlas en 2017.

(Publicado en bez.es)

jueves, 22 de diciembre de 2016

La Policía alemana emprende una caza del hombre presionada por sus errores

La Policía alemana ha emprendido una acelerada caza del hombre tras los errores cometidos el pasado lunes, cuando detuvo a un sospechoso pakistaní -luego liberado- como presunto responsable del atentado que costó la vida a 12 personas en el centro de Berlín. La búsqueda se centra ahora en un joven tunecino de 23 años. Las fuerzas del orden actúan bajo presión, lo que ha supuesto quebrar los usos de cautela y discreción con que habitualmente trabajan. La caza del hombre urge.

El autor del atentado, sea quien sea, está armado –utilizó un arma de fuego contra el camionero polaco que conducía el camión del atentado- y los servicios alemanes dan por hecho que puede intentar actuar de nuevo. De momento, la Fiscalía alemana ha ofrecido una recompensa de 100.000 euros a quienes aporten información que pueda conducir a la captura del nuevo sospechoso.

FOTO: Reuters
En ese clima de urgencia y temor, la Policía intenta no perder el control. Así, la Policía de Berlín ha hecho un llamamiento a los ciudadanos alemanes para que mantengan la discreción, publicando un escueto mensaje en Twitter con la foto de un gato y un hashtag que anima a no hacer comentarios. La cuenta oficial de la Policía de Berlín ha publicado un mensaje en Twitter con el hashtag #AusGruenden, una expresión en alemán que equivale al habitual "sin comentarios", acompañado con la imagen de un gato y el emblema de la Policía de la capital alemana.

Las fuerzas de seguridad y la población alemanas eran conscientes de que algo así podía ocurrir. Los expertos en terrorismo en Alemania llevaban tiempo hablando de una “amenaza abstracta”, difícil de concretar pero que daba a entender que tarde o temprano Alemania sufriría ataques similares a los de Francia o Bélgica, como defiende el experto en terrorismo Rolf Tophoven.

Por eso se habían tomado ciertas precauciones: la presencia policial en grandes aglomeraciones había aumentado y los ciudadanos estaban prevenidos. Y aunque a raíz del ataque se haya abierto el debate sobre la seguridad en Alemania, parece que no se han producido grandes fallos y que un ataque de este tipo es casi inevitable. Existe cierta resignación, pues no se puede controlar que un loco conduzca un camión contra una multitud por mucho que las fuerzas de seguridad estén sobre aviso.

Ahora se discute la necesidad de instalar bolardos de cemento en los accesos a los mercadillos navideños o en otros grandes eventos al aire libre. Pero la mayoría de expertos coinciden con Tophoven en que “el modus operandi de los terroristas ha cambiado; ahora basta un vehículo o casi cualquier instrumento para que cualquiera pueda llevar a cabo una acción terrorista”. Por eso es tan difícil encontrar medidas verdaderamente efectivas para proteger a la población.

Errores y aciertos informativos

Pero si en la prevención podemos considerar que no se han cometido errores, lo contrario ha ocurrido en las horas posteriores a la tragedia. La policía germana ha estado sometida a una presión a la que no está acostumbrada. Así, la necesidad de capturar rápidamente al autor de los hechos, que sigue a la fuga, ha provocado precipitaciones, como la que llevó a la detención de un joven pakistaní de 23 años que más tarde sería puesto en libertad ante la falta de pruebas en su contra. Al mismo tiempo, los medios de comunicación alemanes e internacionales, que buscaban culpables y explicaciones a toda costa, han forzado a las fuerzas de seguridad a proporcionar información que en otras condiciones no facilitarían para acallar así los rumores y especulaciones. En este aspecto, el perfil de Twitter de la policía berlinesa ha sido aprovechado para hacer llamamientos a la calma y para mantener a la población informada.

Por su parte, algunos medios de comunicación han fallado al informar sobre el atentado. Por un lado ha estado la prensa más sensacionalista, con el popular diario Bild a la cabeza, que acostumbra a utilizar informaciones de fuentes dudosas o sin confirmar, así como a recurrir a los prejuicios y temores de los ciudadanos alemanes a la hora de tratar sucesos de este calado. Esto llevó a parte de la prensa internacional a comportarse de una forma semejante, dando por ciertas informaciones que más tarde serían desmentidas, como la muerte del copiloto como consecuencia del ataque, que más tarde se sabría que había sido asesinado de un disparo.

Por otro lado encontramos a los medios de comunicación alemanes tradicionales, que han optado por una mayor moderación para evitar la difusión de informaciones erróneas que provocaran mayor desconcierto y pánico, como había ocurrido tras la matanza de Múnich en julio, y para evitar también el temido descalificativo de “Lügenpresse”, prensa mentirosa, que tan habitualmente se utiliza en los países germanoparlantes.

Consecuencias electorales

Donde no ha habido comedimiento ha sido en las redes sociales, que han sido utilizadas para criticar con dureza la política de puertas abiertas con los refugiados de Angela Merkel, a quien muchos alemanes ven como culpable directa de lo ocurrido. En este sentido, la condición de asilado del detenido, que había llegado en febrero a Alemania, fue un incentivo más para quienes desde el mismo momento del ataque habían aprovechado para sacar provecho electoral.

Este año se celebran elecciones en Alemania y pocos dudan en afirmar que los mayores beneficiados electoralmente de este atentado serán los ultraderechistas de Alternativa por Alemania (AfD), que llevan meses ascendiendo en las encuestas. Aunque improbable, una victoria de esta formación xenófoba generaría un mayor rechazo hacia la población musulmana. Un rechazo que, unido a la falta de oportunidades que sufren muchos jóvenes musulmanes, les acerca a las ideas radicales de los asesinos yihadistas. Así, los dos tipos de extremismo no hacen sino retroalimentarse y contribuir a una espiral de miedo que beneficia a ambos y que perjudica dramáticamente a todos los demás.


(Publicado en bez.es; con la participación de Santiago Carcar)

lunes, 19 de diciembre de 2016

Turquía: conflictos internos y externos en 2016

Tras el atentado con coche bomba que el pasado 4 de diciembre mató a más de 40 personas en Estambul, Turquía ha vuelto a estremecerse con otro acto terrorista. En esta ocasión ha sido contra un autobús militar en la ciudad de Kayseri, en el centro del país, y la cifra de muertos asciende a trece. Estos han sido los últimos, pero no los únicos ataques terroristas contra el país otomano este año.

FOTO: EP
Aunque menos mediáticos que los de Francia o Bélgica, los ataques terroristas en suelo turco han generado un fatídico flujo informativo, tanto por su reiteración como por la diversidad de los terroristas. Han sido hasta 16 los atentados de consideración que han sacudido Turquía este año (la mayoría contra policías y centros turísticos), perpetrados no solo por los yihadistas del ISIS y grupos afines, sino también por grupos kurdos, con los que el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan mantiene una intensa confrontación.

Precisamente el conflicto kurdo es una de las causas detrás del intento de golpe de estado que en julio intentó derrocar al gobierno turco. Aunque ha habido voces que lo consideran un movimiento para justificar una importante represión política, con detenciones y suspensiones de empleo masivas, parece que el golpe fue auténtico, a pesar de la existencia todavía de vacíos informativos en un suceso que se saldó con más de 250 muertos.

El retroceso del Estado de derecho que siguió a la asonada militar, y que ya se había hecho patente en meses anteriores, ha sido uno de los puntos de mayor tensión entre Turquía y la Unión Europea. Sobre todo, porque en marzo, Bruselas y Ankara habían firmado un pacto que permitía devolver a Turquía a demandantes de asilo llegados a países europeos sin permiso. A cambio, se prometía a los otomanos un acercamiento a la Unión Europea y compensaciones económicas.

Migrantes

Las llegadas de migrantes a países miembros de la UE han caído, pero las muertes en el mar han aumentado, pues los refugiados se han visto obligados a optar por la ruta del Mediterráneo Central entre Libia e Italia, mucho más peligrosa. El que ha sido denominado por muchos como “Pacto de la Vergüenza” ha permitido a Europa lavarse las manos, externalizando el problema a otros países de dudoso respeto a los Derechos Humanos. Sin embargo, en los últimos meses han crecido los reparos a seguir negociando con Turquía. Así, la Eurocámara votó a finales de noviembre por congelar esas negociaciones, a lo que el gobierno turco respondió amenazando con dejar pasar a Europa a los refugiados que se encuentran en suelo otomano.

A la cabeza del veto a Turquía se encuentra Austria. La relación entre ambos países hace mucho que no es sencilla y la convivencia entre la población turca en Austria y los ciudadanos locales tampoco es un camino de rosas. El papel de los medios en el país alpino, sobre todo de aquellos de corte sensacionalista, tampoco ha facilitado las relaciones entre ambos países. La escalada diplomática, que se ha reavivado en los últimos días, ha tenido al ministro de Asuntos Exteriores turco, Mevlüt Çavusoglu, y a su homologo austriaco, Sebastian Kurz, como protagonistas, y en ningún modo parece estar cerca de solucionarse.

Desde países como España se contemplan estos eventos sin demasiado interés. Se observa la deriva autoritaria de Erdogan y su participación activa en la guerra de Siria, pero nadie parece querer implicarse demasiado con un país y unos conflictos que resultan más lejanos de lo que en realidad son.

Y es que el país otomano volverá a jugar en 2017 un papel clave en la compleja situación de Oriente Medio. No solo como ruta de paso de refugiados procedentes sobre todo de Siria, sino por la trascendencia de sus decisiones en la guerra civil de este país. Ahora que Estados Unidos parece querer mantenerse al margen, el protagonismo de Turquía y Rusia -o lo que es lo mismo, de Erdogan y de Putin- hace presagiar un año complejo. Un año en el que el mundo volverá a estar pendiente de Turquía, tras haber sido pieza clave en la geopolítica de este 2016.

(Publicado en bez.es)

martes, 6 de diciembre de 2016

Las mujeres y la diplomacia exterior, claves del triunfo de Van der Bellen

La victoria, más abultada de lo esperado, del progresista Alexander van der Bellen sobre el ultranacionalista Norbert Hofer en las elecciones presidenciales de Austria ha despertado numerosos análisis que sitúan a Austria como el ejemplo a seguir si se quiere frenar el ascenso de partidos populistas de extrema derecha.

FOTO: REUTERS/Leonhard Foeger
Sí es cierto que es la primera derrota de un partido ultranacionalista en los últimos dos años. Pero no es menos cierto que el hecho de haber llegado hasta donde ha llegado es una muestra de la buena salud de la que goza el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ), que se erige en referente para otras formaciones como el Frente Nacional francés o el UKIP británico. La consecución de casi la mitad de los votos en la segunda vuelta y el apoyo de más del 30% del electorado en la primera no son datos para la calma. Eso, sumado a las halagüeñas perspectivas que auguran las encuestas, en las que el FPÖ cada vez se distancia más de sus perseguidores, indica que Austria permanece como un improtante bastión de la extrema derecha.

Las claves de la derrota nacionalista

Aun así la derrota de este domingo demuestra que los nacionalistas no son infalibles y que también cometen errores. El principal ha sido seguramente el enfoque de la campaña. Presentarse como el candidato de la gente contra el establishment había funcionado para diferenciarse de los dos grandes partidos tradicionales, pero no es el discurso más adecuado contra un político proveniente de Los Verdes, claramente progresistas y no menos alejados de la élite. El antagonismo entre alguien de 42 años como Hofer y un veterano como Van der Bellen, que tiene 72, tampoco ha funcionado, pues la mayoría de la juventud se ha volcado con el ecologista. Por el contrario, como defiende el instituto demoscópico Sora, su experiencia y su mejor imagen internacional han sido argumentos de peso para que los austriacos se decantaran por el candidato europeísta.

Precisamente la imagen externa ha pesado mucho a la hora de votar. Austria es un país en el que las formas y las apariencias tienen una gran importancia, por lo que la posibilidad de que en otros países les critiquen o les culpen de dar vía libre a la extrema derecha también ha influído. Precisamente el riesgo de que el ultranacionalismo regresara al poder por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial ha pesado mucho; no solo por lo que digan en el exterior, sino porque, aunque no todos y no siempre, en Austria han aprendido algo de su historia.

Ese argumento movilizó a muchos votantes, que hicieron que la participación, a pesar del hartazgo por la repetición electoral, creciera con respecto a los anteriores comicios y alcanzara el 74%. De estos votantes, han sido las mujeres las que decantaron la balanza, pues un 62% del voto femenino fue a parar al ya elegido presidente.

Y si Van der Bellen consiguió activar a su electorado ha sido en parte gracias a una campaña muy intensa, en la que el papel de las redes sociales ha sido fundamental. En su primera entrevista en ORF, la televisión pública austriaca, Van der Bellen reconocía el trascendental papel de los voluntarios que le han ayudado.

Quienes también le han apoyado han sido la mayoría de políticos y cargos públicos en Austria, como el anterior presidente, Heinz Fischer, el canciller, Christian Kern, o el alcalde de Viena, Michael Häupl, todos ellos socialistas. Ha sido en las filas de los conservadores del ÖVP donde la división ha sido mayor, pero no únicamente por su cercanía a la extrema derecha, sino por su rechazo a un candidato tan a la izquierda como Van der Bellen.

Por último, algunos fallos propios del populismo pasaron factura a Hofer: el cambio de discurso para aparentar moderación le restó credibilidad, haciendo que una parte importante de sus votantes de mayo se quedaran ahora en casa; al mismo tiempo, la ausencia de noticias sobre refugiados en los medios de comunicación durante las últimas semanas le ha impedido explotar del todo el discurso del miedo al extranjero que tan bien le estaba funcionando.

Este cúmulo de circunstancias no implican que Austria -y mucho menos Europa- se haya vacunado contra el ascenso de la extrema derecha. Se ha evitado una ola, pero la marea sigue subiendo. Aun así, si se aprovechan, quizá Austria sí nos haya dado algunas pistas sobre cómo evitar que el discurso ultranacionalista se imponga en Europa.

(Publicado en bez.es)

lunes, 5 de diciembre de 2016

Austria contiene el avance de la ultraderecha en Europa

Tras un año cargado de sorpresas en las votaciones más trascendentes a nivel mundial, las Elecciones Presidenciales en Austria han deparado una nueva sorpresa. La diferencia, no obstante, reside en que en esta ocasión se ha impuesto la continuidad frente a las apuestas arriesgadas y populistas. El candidato ecologista Alexander van der Bellen, que ya había sido el ganador en mayo, se ha vuelto a imponer en la repetición electoral celebrada este domingo.

Van der Bellen ha sorprendido a las encuestas preélectorales, una vez más. El antiguo líder de Los Verdes se ha impuesto al ultraderechista Norbert Hofer con un 53,3% de los votos, tras haber contabilizado un 98% de las papeletas y teniendo en cuenta las estimaciones del voto por correo. A pesar de que Hofer se ha impuesto en la mayoría de zonas rurales, la ventaja de Van der Bellen en Viena -se impuso en los 23 distritos- ha sido muy notable.

¿Por qué tanta diferencia?

Esta sería la primera derrota que el populista Partido de la Libertad de Austria (FPÖ) recibe en casi dos años, en los que el ascenso ha sido muy notable. La explicación no reside en un giro a la izquierda de los austriacos, sino en el hartazgo que este largo periodo electoral de casi un año ha generado en el electorado. La impugnación de los resultados por el FPÖ les coloca como responsables de la repetición de las elecciones, algo que no ha gustado a muchos votantes, que hoy lamentaban el gasto de esta nueva convocatoria electoral y la inutilidad de la misma.

FOTO: REUTERS/Leonhard Foeger
Asimismo, la moderación del discurso de Norbert Hofer le hizo perder credibilidad, pues no consiguió desprenderse de la etiqueta de „neonazi“ o „germanófilo“, pero sí que generó dudas entre algunos votantes que demandan aun más dureza con extranjeros y políticos tradicionales. También hay que tener en cuenta que la elección de Trump en Estados Unidos o el brexit en Reino Unido suponían un arma de doble filo para el ultranacionalista: por un lado mostraban la fuerza de ideas extremistas y populistas como las suyas, pero para el votante moderado también demostraban que las consecuencias de querer castigar a los grandes partidos tradicionales y al establishment podían ser mayores y más dramáticas de lo deseado. Finalmente, la campaña de Van der Bellen, centrada en la movilización contra el riesgo del extremismo, parece haber funcionado mejor que el discurso nacionalista, que ha perdido fuerza tras algunos meses en los que el tema de los refugiados ha pasado a un segundo plano en los medios de comunicación.

¿Qué va a pasar ahora?

La elección de Alexander van der Bellen garantiza una cierta continuidad en un país en el que el Gobierno en coalición entre socialdemócratas del SPÖ y democristianos del ÖVP se desmorona. Cada día parece más próxima una convocatoria electoral para la primavera de 2017 y, aunque la elección de Hofer podría haberlo precipitado, no parece que Van der Bellen vaya a ser capaz de evitarlo.

Además la elección del candidato ecologista puede tener una consecuencia más grave. Los electores austriacos no suelen mostrarse partidarios de que un partido o una tendencia ideológica acapare el poder en la jefatura del Estado y en el Gobierno. Por ese motivo la elección de Hofer habría servido como freno a un posible Gobierno de extrema derecha, sin embargo, la victoria de un candidato de izquierda puede ser un incentivo para que el FPÖ consiga una mayoría más holgada de la que ahora mismo le otorgan las encuestas. Encuestas que ahora mismo lidera con más de un 30% de los votos, distanciándose cada vez más de socialistas y conservadores.

Esa es la preocupación que surge ahora, pues el cargo de Canciller lleva asociadas unas competencias mucho mayores que las del Presidente. Y esa posición, en manos de alguien como Heinz-Christian Strache, líder del FPÖ y mucho más radical que el propio Hofer, conllevaría un auténtico riesgo. Pero de momento, algo más de la mitad de los austriacos y gran parte de Europa celebran que durante los próximos seis años no habrá un radical ocupando el despacho del Presidente de la República en el Palacio del Hofburg.

(Publicado en bez.es)

domingo, 4 de diciembre de 2016

El discurso del miedo marca las elecciones en Austria

2016 ha sido el año que ha consolidado el ascenso de la extrema derecha y de los populismos en el mundo, el año de las sorpresas electorales y el año de la polarización de la política. Ahora que llega diciembre y toca hacer balance, Austria, que presume de eficiencia, parece querer hacer un resumen acelerado.

FOTO: REUTERS/Leonhard Foeger
Este domingo los austriacos están llamados a repetir la segunda vuelta de las elecciones presidenciales celebrada en mayo. Entonces, el candidato apoyado por Los Verdes, Alexander Van der Bellen, consiguió imponerse al ultraderechista Norbert Hofer por solo 30.863 papeletas. La impugnación de los resultados debido a irregularidades en el recuento del voto por correo, que fue el que decantó la balanza a favor del candidato europeísta, obligó a repetir los comicios a principios de octubre. Sin embargo, un problema con el pegamento de los sobres descubierto durante el verano obligó a retrasar la votación hasta este domingo. Las encuestas vuelven a mostrar a un país dividido entre dos candidatos totalmente opuestos.

Aunque parece que la votación volverá a decidirse por muy pocos votos, Hofer se sitúa como el ganador más probable pues, al impulso que supuso la victoria de Donald Trump en Estados Unidos, se une un dato que en estos momentos resulta casi más fiable que las encuestas: las cotizaciones de ambos candidatos en las casas de apuestas, que otorgan una cierta ventaja al candidato nacionalista.

Una campaña tensa

La tensión, que ha quedado patente en todos los debates televisivos, lleva escalando desde que se conoció que el país centroeuropeo debería volver a las urnas. Hace pocas semanas, Heinz-Christian Strache, líder del Partido de la Libertad de Austria (FPÖ), al que pertenece Norbert Hofer, llegó a especular con la posibilidad de “una guerra civil a medio plazo” si seguían llegando extranjeros. Hofer, a pesar de mostrar un tono más moderado y una sonrisa más amable, también ha entonado el discurso del miedo contra los refugiados, apoyado en consignas populistas que le convierten en representante del pueblo frente a las élites.

Aunque con más sensatez, Van der Bellen también ha utilizado la carta del miedo, en su caso, al retorno del nazismo. Hace pocos días compartía en su página de Facebook el vídeo de una superviviente del campo de exterminio de Auschwitz, Frau Gertrude, que alertaba de cómo el fomento del odio que lleva a cabo el FPÖ le recuerda a lo que vivió Austria en los años 30.

Pero a pesar de la crispación en los debates y en los discursos políticos, la sociedad vive las elecciones con resignación tras ocho meses de incertidumbre. Si en España se criticaba la incapacidad de los políticos para lograr acuerdos, en Austria se critica la incapacidad de las autoridades electorales de contar los sobres o de hacer que el pegamento funcione.

El ascenso de los radicales

Ya en abril, en la primera vuelta de estas elecciones, los austriacos castigaron con dureza a socialdemócratas y democristianos, los dos grandes partidos tradicionales que gobiernan en coalición. Precisamente las decisiones erróneas de este Gobierno, que a la mala gestión de la crisis de refugiados tiene que sumar una tasa de desempleo creciente, son las que han aupado a fuerzas extremistas. Eso, en un país tan preocupado por su “identidad cultural” como este, se acaba traduciendo en el ascenso de partidos como el FPÖ.

Por eso estas elecciones son diferentes. No por el cargo en juego, pues la Presidencia de la República es más protocolaria que funcional, sino por lo que podría suponer que un país con la historia y la centralidad de Austria tuviera al frente un político de extrema derecha.

Esa es la posibilidad que preocupa a Europa, que este domingo tendrá un ojo en el referéndum que Renzi ha convocado en Italia sobre la reforma constitucional y otro en Austria, donde la extrema derecha podría apuntarse la primera victoria real en una Europa que sigue acercándose a un nacionalismo y populismo que parecían olvidados.


(Publicado en bez.es)

viernes, 4 de noviembre de 2016

Theaterkritik: 'Dorian Gray' (Akademietheater Wien)


Es gibt Stücke in der Kunstgeschichte, die nach vielen Jahrhunderten noch aktuell sind. Das Bildnis des Dorian Gray ist keines davon. Das Meisterstück Dorian Gray ist relevant wie nie und die Bedeutung scheint heute größer zu sein als am Ende des 19. Jahrhunderts.

Die Versuchung auf ewig schön bleiben zu wollen ist heute nicht nur ein Kampf gegen die Zeit, sondern auch gegen uns selbst und unsere Umwelt. Und dieser Kampf wird besonders in sozialen Netzwerken ausgetragen; die Versuchung mehr Likes zu bekommen und mehr Freunde zu haben wird zur heutigen Sünde, die unsere begehrte Schönheit und unseren Hedonismus dokumentiert und vergrößert. Unsere Bilder auf Facebook sind unsere eigenen Bildnisse, aber wir verstecken sie nicht am Dachboden, sondern wir veröffentlichen sie auf den sozialen Netzwerken.

Die Bedeutung dieser abwesenden Freude bzw. Lust könnte im Stück durch die Bildschirme repräsentiert sein. Bilder, in verschiedenen Größen, die auf verschiedenen Ebenen auf einem Gerüst montiert sind. Und dies produziert einen Effekt, der an jedem Platz des Raums anders ist: manchmal wird das Gesicht Grays oder ein Bildschirm unsichtbar für einen Teil des Publikums. Dieses Spiel ist sicher beabsichtigt, aber für die Zuschauer_innen, die das Gesicht Grays nicht sehen können, wenn er im Zentrum steht, ist das oft eher störend.

Der Effekt der Bildschirme, die ein gemeinsames Bild erstellen sollen, geht leider für die Zuschauer_innen, die nicht mittig im Theater sitzen, verloren. Und die Bildschirme, auch wenn sie bedeutend und eine originelle Idee sind, geben der Elektronik zu viel Raum in diesem Theaterstück. Damit ist gemeint, dass das Theater sich durch die Unwiederholbarkeit der schauspielerischen Darstellung auszeichnen soll und in diesem Fall verliert das Stück die Ebene der realen Präsenz der anderen Figuren, die alle am Bildschirm verkörpert werden. Die Nutzung der Bildschirme macht es jedoch noch schwieriger und verdienstvoller für Markus Meyer. 

Meyer. Er ist das Stück. 

Er spielt nicht nur Dorian Gray, sondern auch alle anderen Figuren –jedoch nur die männlichen Rollen, Sybil Vane kommt im Stück nicht vor- die auf den Bildschirmen erscheinen und mit denen er interagiert. Diese schon vorab gefilmten Gespräche können nicht warten und erlauben keine Pause für Meyer. Keine Pause auch weil er konstant durch das Gerüst, wo die Screens sind, wandert. Und auch in den ruhigen Momenten sitzt oder steht er in anstrengenden Positionen. All das macht er mit einer Intensität, die selbst die Zuschauer_innen müde und unruhig macht. Es gibt keine Pause für das Publikum, da das Stück nur eine Stunde dauert, jedoch trotz seiner Kürze ist das ganze Stück dicht im Inhalt und voller anregender Reflexionen. 

Anregende Reflexionen, die einiges über unsere Gegenwart zu sagen haben. Weil Dorian Gray keine unvergängliche Figur ist, sondern ein Pionier von Selfies, von YOLO und von Snapchat ist.

martes, 25 de octubre de 2016

"Working" refugees

Three days ago we talked about the entrepreneurship story of the founder of Inditex, the matrix of Zara. We mentioned the shadows that this company had, but we didn’t get into any detail. BBC has done it for us. They broadcasted on Sunday a program about how Turkish factories employ Syrian refugee kids to make clothes. Zara was, together with other big chains like Marks & Spencer, one of the retails that would afterwards distribute those clothes.

Marks & Spencer labels shwon in the program
What BBC’s Panorama showed was the conditions in which refugees, both adults and children, are “employed” in some Turkish factories; they had access to contracts stablishing a payment of one euro per hour. Also, the working conditions, the safety measures and the number of daily hours were far from meeting any decent standard. At least not ours, maybe those standards are not far from Turkish ones, but that’s what happens when you pay a country to get all the refugees you don’t want, because Turkey is already safe, no Human Rights are violated there. Right, Europe?

Let’s get back to the topic. The big Europeans brands that are using these companies are suppliers have already said that they are investigating or that they didn’t know because it was a supplier of a supplier. Of course, they condemn child labor and the exploitation of refugees, some of them already explained that they are collaborating with NGOs to stop that… But these companies are getting millions every day, and in order to do that, being completely fair and caring is not always their most profitable way.

But hey! We are all furious now… go and check your closest Zara or Marks & Spencer shop… I bet it’s not empty. So, who’s the last responsible?

We have always heard that the problem of migration is in the origin, that we have to act there. And it’s true, the drama of these people is not because they want to arrive to Europe; it’s because they don’t want to leave their countries. But there is not much to do for regular citizens about it. Also not many chances for us to leave our jobs and studies to go to the Mediterranean and help. But we do have a power where we are. And it’s bigger than we think.


This case that BBC unveiled has had a big media effect, mainly because the firms involved are the ones we use every day and because we feel it close enough. But it’s just a tiny extra problem in the life of Syrian refugees. And for them it might not be even a problem, because in their conditions, finding a job like that, even if it’s completely unfair and unsafe, it’s the only option to keep surviving.

But this problem goes much further than Syrian refugees. They are usually the most dramatic and present cases, but there is much more out there about the migration topic, also if we don’t know about it. Therefore, our “Migration: From challenge to opportunity” will try to bring some light into one of the most complex of today’s challenges.

(Published in the Blog of Aspire. Manufactury of Change to promote the  Aspire Conference 2016)

sábado, 22 de octubre de 2016

Entrepreneurship out of Silicon Valley

Busdongo de Arbás is a small village in the northwest of Spain. Located 1300 meters over the level of the sea, winters are very hard for the 100 inhabitants of this place, most of them, retired railway men and coal miners who have seen better times in their industries. Most people in Busdongo have no idea about where Silicon Valley is, and many don’t even know what Google or Apple are. But they do know one of the most successful entrepreneurs ever, Amancio Ortega, born there 80 years ago.

He lived there until he was 14, when his father, a worker of the railway company, was sent to A Coruña, a big city by the Atlantic coast. Shortly afterwards, he began to work for a local shirtmaker. In 1972 he started a bathrobe business and three years later, together with his wife, he opened the first Zara shop. That shop would become the flagship of the biggest fashion group in the world, Inditex.

The business model of Zara and Inditex redefined the whole fashion system: they produce and sell fashionable products with moderate prices; they designed a computer system when not so many companies were even aware of the importance that it would have in the future; they don’t make any advertising outside of their shops, which are located in some of the most commercial corners and buildings of the world; they work with very tight inventories, what allows them to sell their fashion during the season, without needing to reduce their price to get rid of stock; they have a diversified group of shops, so they cover almost every spectrum of the fashion world… This multinational company owns nowadays more than 7000 shops in more than 90 countries in 5 continents. And thanks to it, Amancio Ortega is now sitting next to Bill Gates as the richest man on Earth.

Now, we don’t want to forget that there are shadows in that road to success, even though we can consider Inditex as a more or less fair player in the capitalism game. And no, we don’t always like that game. So, if we don’t like something, we have to change it, and no better way to do this than showing that there are alternatives.

Today, an entrepreneur in the field of fashion would need very likely more than just cheap trendy clothes; eco-friendly processes and completely fair labor conditions could be a nice option. Maybe not to become richer than Amancio Ortega, but to prove that entrepreneurship is another way of changing the rules, making your business your own particular Manufactury of Change.


Far from the glamour of North American garages and smartphones, this was an example of a real successful entrepreneurship story and, somehow, we could also see it as an aspiring one. There will be many of those, even more interesting, in our “Challenging paradigms through new business models” track.


(Published in the Blog of Aspire. Manufactury of Change to promote the Aspire Conference 2016)

miércoles, 19 de octubre de 2016

Who is free?

It was one of the images of the Olympic Games. Very likely one of the images of the year. A German beach-volley player wearing a bikini faces her Egyptian rival, who covers her body completely. An example of the cultural diversity of the Olympics. But it was also a polemic picture, rising a lot of questions:

Is one of the players freer than the other? Are they both victims of different kinds of sexism? Is it possible that they are both free? It would be easy to say that the German girl was free to play as comfortable as she wants while the Egyptian one was forced by her religion to cover her body and head. But is it that easy?

The rules about how to dress in female beach-volley are now a bit lighter, but until 2012 the sides of the down part of the bikinis couldn’t be larger than seven centimeters. Was that in order to make it more comfortable for competing? Was that a way of sexualizing the players? Would those dresses derivate attention from the performance of the players to their bodies?

In 2012 the rules admitted other uniforms (like the one of the Egyptian player) because “many countries have religious or cultural demands”, like Richard Baker, speaker of the International Beach-Volley Federation said. Not because women had the right to choose over their dresses, but because some religions or cultures wouldn’t allow their women to play dressed with just a bikini.

So, did both players choose their dresses freely? They both said so, but, were those “free” decisions really free or were they based on sexist subjacent ideas that see the female body as something to hide or to show but not as something to compete?

And maybe the biggest question of all: why are we debating about the way sportswomen dress but we don’t do the same with sportsmen?


We can clearly see the interplay of religion, culture or sexism in this debate. This case is just a very visual and recent example about it, but in Aspire we have prepared a Track inside our Conference 2016 that will tackle many other similar cases, with much more developed questions and answers and addressed by real experts in the topic.


(Published in the Blog of Aspire. Manufactury of Change to promote the Aspire Conference 2016)

sábado, 15 de octubre de 2016

Do we need to degrow?

There is no doubt that Pope Francis is being a revolution inside of the Catholic Church. His second encyclical, a particular kind of letter that catholic popes send out, had an environmental content that nobody was expecting from the highest hierarchy of such a traditionalist institution. Laudato si’ criticizes consumerism and irresponsible development, which lay behind climate change and environmental destruction. It also defends a more equalitarian share of wealth and the need of economic growth to be connected to social development.

This text has been even seen as a support by some defenders of Degrowth theories. This movement supports anti-consumerism and anti-capitalism, looking for a better balance between environment and human beings. This theory seeks to reduce production and consumption, which would mean a contraction of economies but, they defend, a more proportional share of wealth and a solution to environmental problems.

Would that work? Is it necessary such a “drastic” measure? Is environment more important than employment? Are we (and our governments, enterprises and societies) willing to sacrifice economic growth in order to stop the destruction of environment? Could we sacrifice our life standards, high-technology devices, comfortable homes and exquisite diet? Up to what point our life style would be affected? Is there any alternative to keep growing in a way that our planet would resist?

Some of these questions were also made around the transcendental 2015 United Nations Climate Change Conference in Paris. The COP 21 showed that countries are more concerned about climate change and environment protection than ever. But above that, they are still more concerned about employment and economic growth of their societies.

Degrowth, whether if Pope Francis likes it or not, doesn’t seem to be in any agenda right now. We might not need it and maybe there is a way to make development sustainable without affecting our economies. But we should find it soon. Otherwise, climate change might be not only an environmental catastrophe, but also a huge handicap for economy and employment. Or you think it’s easy for countries to develop when they are flooded or during a draught?


And that’s where our Aspire 2016 track “Limited resources – limiting resources” appears. With the objective of finding the right balance between our infinite needs and the limited resources available to satisfy them, this track will reunite experts and motivated people around a topic that is more urgent that it seems.


(Published in the Blog of Aspire. Manufactury of Change to promote the Aspire Conference 2016)

lunes, 3 de octubre de 2016

Navigating under the storm


The economic crisis was disappearing, employment figures were slowly growing, recession was already in the past and the rescues, little by little, seemed to work. The Euro and the EU looked saved. But just when we thought the storm was over, the hurricane struck.

The European Union, although built initially upon shared economic interests, has Equality, Freedom, Democracy and Human Rights as main values. Those basic principles are at stake now, pushing the EU towards the biggest challenge in its history.

Let’s start with the refugee crisis. Many people are turning their hopes to Europe, looking for that land of Freedom and Human Rights that we are supposed to be. But the lack of solidarity, both between European countries and with the asylum seekers, has shown exactly the opposite. And with some countries welcoming refugees while other were building new walls, the EU showed how unprepared she was to give an answer to this humanitarian problem. So far, the only solution offered was a deal with Turkey so the problem stays far from our borders, but without really caring about the Human Rights of those refugees.

This whole refugee crisis increased a process that had already started during the economic crisis: the appearing and growing of populist, nationalist and extremist parties all across Europe. Some ideas that we thought buried in the past returned, offering the same easy solutions to the complex problems that we are facing. Politics seem to be in the middle of a renewing process, with traditional parties losing their support to some new and interesting ideas, but also to some scaring ones.

Among the last one some might include those supporting the Brexit. The fact that a country wants to leave the Union meant that something was not being done properly. But the possibility that this country might not be the only one shows the dimension of the problem. So far the EU had only added countries, it had never lost one, but that changed now. How to face that new challenge remains still a mystery, but the consequences are still to come.

One of the main reasons for those who voted “Leave” was the threat of terrorism in Europe. France has been so far the most punished country by these despicable actions, but the whole Europe feels the risk. Terrorism is not only scary; it has also meant a cut in our freedom in order to maintain security. And with it, also racism and islamophobia have increased, showing precisely what shouldn’t be done.

Let’s add to this cocktail the hottest year since there are records due to the effects of climate change, some failed elections in countries like Austria or Spain, the loose  of rights in countries like Hungary or Poland, and the still very damaged economy (that might be facing now the menace of a new financial crisis).

We are in the middle of the perfect storm. And keeping the boat afloat won’t be easy. And if you expect now solutions to these problems, I’m afraid I have none. It’s not that easy. Answers will only be found through dialogue.


That’s exactly what we offer in our Aspire Conference 2016: dialogue about some of the most challenging topics of our days, such as gender equality, migration, new business models and environment. To learn more about the Conference, stay with us, because we pretend to discover how to navigate the crossroads of our days under this perfect storm.

(Published in the Blog of Aspire. Manufactury of Change to promote the Aspire Conference 2016)

viernes, 30 de septiembre de 2016

Pedro no está solo

El descalabro del PSOE parece tener un culpable claro, pero, independientemente de la crítica que se le pueda realizar tanto a Pedro Sánchez como al conjunto del partido y sus federaciones en España, podemos hacer una lectura más amplia del problema para ver que Pedro y el PSOE no están solos.

FOTO: EFE
El primer caso, el más claro, tiene como protagonista al PASOK en Grecia. El partido que había dominado la política helena en los ochenta, noventa y parte de la primera década del siglo XXI pasó a convertirse en una fuerza casi marginal, muy lejos de los conservadores de Nueva Democracia y de Syriza, la Coalición de la Izquierda Radical. Naturalmente, la dramática situación griega ha tenido mucho que ver en este vuelco; el hecho de que el PASOK de Papandreu fuera el partido que gobernaba al estallar la crisis les ha lastrado notablemente. Salvando las distancias, vemos algunas semejanzas con el caso español, motivo por el que la amenaza de que el PSOE pueda acabar como el PASOK se ha escuchado en alguna ocasión.

Otro ejemplo: Francia. Aunque el Partido Socialista esté al mando del Gobierno, tanto los resultados regionales y locales como las encuestas les auguran un futuro bastante pobre. El ultraderechista Frente Nacional de Le Pen y Los Republicanos de Sarkozy parecen estar muy por delante de un partido que no ha sabido hacer frente al terrorismo, ha sufrido numerosas y duras huelgas y se ha visto salpicado por las polémicas de su Presidente, François Hollande, que van desde sus infidelidades hasta el salario de su peluquero particular.

FOTO: Getty
En el Reino Unido, a pesar de que (o precisamente porque) los protagonistas del Brexit han sido los Tories de David Cameron y el euroescéptico UKIP de Nigel Farage, el Partido Laborista parece haber pasado a un segundo plano. Su única alegría en los últimos meses ha sido la consecución de la alcaldía de Londres por Sadiq Khan. En esas Elecciones Locales el Partido Laborista no supo aprovechar el desgaste de los conservadores y solo logró salvar los muebles y ganar algo de tiempo para su líder, un Jeremy Corbyn que, como le ocurre a Pedro Sánchez, tiene más enemigos en el seno de su partido que fuera.

En Austria el caso es más complejo: el pasado mayo hubo elecciones para elegir al Presidente de la República y a la segunda vuelta llegaron el candidato de extrema derecha Norbert Hofer y la candidatura apoyada por Los Verdes, Alexander van der Bellen. Tanto el candidato socialista como el conservador se quedaron en porcentajes de voto cercanos al 11%, una cifra ínfima si consideramos el tradicional dominio de ambos, sobre todo de los socialistas, en los comicios austriacos desde el regreso de la democracia. Dejando a un lado el hecho de que, por distintos y curiosos motivos, el país sigue sin Jefe de Estado, los socialdemócratas austriacos tampoco viven su mejor momento. Al revés en estas Elecciones Presidenciales hay que sumar la dimisión del Canciller Werner Faymann (que gobernaba en coalición con los democristianos) a raíz de las mismas, pero también hay que tener en cuenta el retroceso que el partido está sufriendo en los sondeos tras su mala gestión de la crisis de refugiados y de un panorama económico que muestra signos de debilidad.

Sin negar el papel de los responsables nacionales, quizás convenga reflexionar también sobre la falta de identidad de estos partidos. El adjetivo socialista no les pega, pues todos han renegado del Socialismo, motivo por el que son adelantados por su izquierda. Además, en sociedades avanzadas como las europeas, la lucha por los derechos sociales, aunque siga siendo esencial, no se percibe como tal, de ahí que el papel de estos partidos pierda valor. Al mismo tiempo, la crisis y la inmigración han hecho ascender a partidos populistas que han robado votos a los partidos tradicionales. Y frente a estos partidos, han sido los conservadores moderados quienes parecen haberse convertido en la única alternativa capaz de hacerles frente.

La crisis del socialismo en Europa va más allá de los nombres de sus distintos líderes. Y quizás parte de su resurrección pase por cambiar de responsables, pero también resulta necesario un replanteamiento a nivel internacional de lo que estos partidos quieren y representan. Y no sé si este mal de muchos consuela a Pedro Sánchez, pero al menos le demuestra que no está solo.

(Publicado en El Blog del Suscriptor de El Español)