martes, 10 de septiembre de 2019

[Cine, Documentales] Crítica: 'Varados' (2019). Historias de refugiados

El 4 de octubre llega a los cines ‘Varados’, un reposado documental de Helena Taberna sobre los campos de refugiados en Grecia en el que el elemento central son las historias de los demandantes de asilo 


mujeres inmigrantes varados

Hace unos días se cumplieron cuatro años de una de las fotos más icónicas del siglo XXI. El cuerpo del niño Aylan Kurdi, muerto en una playa turca, supuso un punto de inflexión en la conocida como Crisis de los Refugiados del Mediterráneo. Durante el verano de 2015 y, sobre todo, en septiembre, tras la publicación de la foto y la historia de Aylan, los medios de comunicación prestaron una enorme atención a esas personas que huían de la Guerra de Siria, intentando llegar a Europa a través del Mediterráneo Oriental. En aquel momento, Grecia se convirtió en el principal país de entrada a la Unión Europea y, aunque la ruta de los Balcanes y, posteriormente, las rutas marítimas que llegaban a Italia y España le han restado protagonismo, el país helénico jugó y sigue jugando un rol clave en el camino de los demandantes de asilo que llegan a este lado del Mare Nostrum.

Las cosas han cambiado mucho en estos cuatro años; las llegadas a Europa han disminuido y, aunque los casos del Aquarius o el Open Arms han sido polémicos y mediáticos, la cuestión migratoria en Europa y el asilo han pasado a un plano secundario en la opinión pública. La situación, no obstante, continúa siendo muy compleja en aquellos campos de refugiados cuyo nombre conocimos –y ya olvidamos– hace cuatro años. Lesbos es el mejor ejemplo de ello. 

‘Varados’, el documental escrito y dirigido por Helena Taberna –que ya abordó otras temáticas sociales, como la inmigración en ‘Extranjeras’ o la violencia contra las mujeres en ‘Nagore’–, se hace eco de la situación en el campo de refugiados de Moria y en otros lugares de Grecia, principalmente en su capital, Atenas. Prestar atención a este país, el más castigado de la Unión Europea durante la crisis económica y el más relevante durante la Crisis de los Refugiados, es muy acertado, pues desde que este fenómeno se convirtiera en carne de telediario, su presencia mediática no se ha correspondido con el papel jugado por este país, ya que se ha puesto el foco en lugares más cercanos o con bocazas más grandes, como Alemania o Italia. 

portada varados

Junto a Grecia, también el mar juega un rol muy importante en el documental. El mar como frontera y como camino, como lo que nos separa y, en especial, como lo que nos une. El simbolismo del Mediterráneo es recurrente y, aunque hay varias reflexiones sobre el tema, hay una en concreto, realizada por uno de los refugiados en el campo de Eleonas ateniense, que resume con mucha sabiduría lo que significa ser mediterráneo: no es tener una buena o una mala vida, sino saber el significado de esta.

Tu nombre es Refugiado 


La persona que hace esta afirmación es un hombre en silla de ruedas que huyó de Siria con su sobrino, dejando a su mujer e hijos en su país de origen, en la guerra. Es interesante el retrato de esta historia, pues es poco habitual conocer el relato de migrantes con movilidad reducida, algo que añade dificultad a una travesía y un proceso de acogida de por sí muy complejos y tortuosos.

En un trabajo de poco más de una hora, sin estridencias ni grandes despliegues técnicos, también se incluyen niños, personas ancianas, parejas que han dejado sus hijos en su hogar… La diversidad de historias aporta gran riqueza, gracias también a la inclusión de una relación amorosa entre un española y un refugiado, algo que añade nuevas dimensiones y un punto de contraste y de acercamiento a la vida de estas personas cuyo nombre es Refugiado. 

varados mohammed

Así, sin grandes datos ni análisis sociales o geopolíticos, las protagonistas son precisamente las personas. Esas personas que se organizan para conseguir comida o para mantener el lugar en el que sobreviven –sea un campo de refugiados o una vivienda okupada– lo más limpio y habitable posible. Personas que, en medio de un contexto tan extraño y dramático, consiguen encontrar una cierta normalidad. Ese es el mayor logro de ‘Varados’, reflejar la historia de estas personas sin dramatismos ni heroísmos. Mostrando lo que hay, la dureza de la situación, pero sin buscar la lágrima fácil ni la arenga política apasionada.

El documental llegará a los cines el próximo 4 de octubre. El momento resulta muy adecuado, pues el recrudecimiento de la batalla sobre Idlib, uno de los últimos bastiones rebeldes en Siria, hace temer una nueva ola de refugiados huyendo del país hacia Turquía y, de nuevo, hacia Europa a través de Grecia. Más allá de cualquier cifra y llamada a la acción, es muy necesario una obra como esta, calmada y centrada en lo más importante del fenómeno: los refugiados. Las personas.


(Publicado en Los Lunes Seriéfilos)

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