Tras conocer la muerte del DJ y productor sueco Avicii repasamos el documental 'Avicii: True Stories', estrenado en octubre y que en muchos aspectos anticipa y explica las causas indirectas de su fallecimiento el pasado viernes
‘True Stories’ repasa la carrera del DJ y productor sueco desde sus comienzos en el mundo de la música electrónica hasta su retirada en 2016, pasando por el éxito que alcanzó con ‘Levels’ y que lo convirtió en una estrella, sus giras o sus problemas de salud. Cuenta con testimonios de artistas como David Guetta, Wyclef Jean o Tïesto y con abundante material inédito de Bergling y de su entorno más cercano. Pero el montaje no es demasiado atractivo, pues resulta demasiado básico, sin estilo y sin la suficiente profundidad en muchos aspectos, sobre todo de su música. Y es que el componente musical resulta demasiado escaso para un documental sobre un productor y creador como Avicii. Esto puede deberse a que en último término lo que parecía intentar el documental era justificar las causas de su retirada más que adentrarse en su carrera.
Mas las condiciones han cambiado radicalmente con la noticia de su muerte. Y lo que podría haber sido una biografía más o menos mediocre, se convierte ahora en una ilustración esencial para comprender la industria de la música electrónica de baile y una nueva visión de lo que implica la fama y el éxito.
Y son esa industria y el éxito, que demandan cada vez más shows, más sencillos, más colaboraciones, quienes dieron lugar a esa ansiedad que obligó a Tim Bergling a anunciar su retirada en 2016 y a cancelar eventos durante los meses previos. También es responsable de esta situación la pancreatitis que sufría desde 2013 y que se derivaba de sus adicciones, sobre todo su alcoholismo. En conjunto, un estilo de vida no solo alocado, sino mucho más exigente de lo que el espectador medio pueda imaginar, y que es común a gran cantidad de estrellas, particularmente a las de música electrónica de baile (EDM).
En 2017 las consecuencias de este estilo de vida habían sido la cancelación de varios eventos y la retirada de los escenarios, pero sin abandonar la faceta productora y creadora. De hecho, el documental termina anunciando un trabajo que vería la luz poco después del estreno del film. Así fue y eso podría haber hecho pensar que una vida más relajada podría haber resultado positiva para el artista sueco de 28 años. Sin embargo, su muerte esta semana demostraba que probablemente no había sido suficiente.
Tanto su vida como su muerte son paradigmáticos, no solo para representar el funcionamiento de la industria de la EDM, sino también para mostrar que los ascensos meteóricos y el éxito desbordado siguen suponiendo el sueño y la pesadilla de una larga lista de estrellas fallecidas demasiado pronto y de forma dramática.
Tanto su vida como su muerte son paradigmáticos, no solo para representar el funcionamiento de la industria de la EDM, sino también para mostrar que los ascensos meteóricos y el éxito desbordado siguen suponiendo el sueño y la pesadilla de una larga lista de estrellas fallecidas demasiado pronto y de forma dramática.
Lo mejor: la relevancia que ha ganado el documental para explicar las causas indirectas de la muerte de Avicii
Lo peor: su deficiente montaje y factura
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