lunes, 7 de octubre de 2019

[Series] 'Héroes invisibles' (2019): Sobriedad nórdica, verismo latinoamericano

Filmin estrena el 8 de octubre ‘Héroes invisibles’, la historia real de un diplomático finlandés que salvó la vida a numerosos perseguidos tras el golpe de estado militar en Chile


fotograma héroes invisibles

Si bien es cierto que Finlandia cuenta con una historia bastante breve como Estado independiente y que su pasado no es del todo sencillo, su imagen actual, de forma semejante a la del resto de países nórdicos, es de paz, bienestar y neutralidad. En el caso chileno, aunque es, probablemente, el país más próspero y “desarrollado” de América Latina, una de sus asociaciones principales sigue siendo la de la brutal dictadura de Pinochet y el derrocamiento de Salvador Allende a través de un golpe militar. ‘Héroes invisibles’, una coproducción entre ambos países, retrata este hecho histórico, combinando las dos imágenes que se tienen de cada una de estas naciones y apoyándose también en dos formas de aproximarse a la ficción audiovisual.

La miniserie, de seis capítulos de 50 minutos, se centra en la figura de Tapani Brotherus, embajador finés en Chile que, tras el golpe de 1973, acogió, proporcionó visados e intercedió por numerosos chilenos perseguidos por la represión de la dictadura, desobedeciendo incluso órdenes y poniéndose a sí mismo y su familia en peligro. Aunque poco conocida para el público español, se trata de una figura de gran relevancia tanto en Finlandia como en Chile.

Quizá por eso, se echa en falta un estudio mayor de su personaje –que en ocasiones se aproxima excesivamente a un retrato hagiográfico– y, en general, de todos los que tienen protagonismo en la trama. Pero no porque se trate de personajes planos o sin profundidad, sino porque hay un potencial y una riqueza que no se explotan tanto como podrían. La serie se centra en reflejar lo que pasó en Chile y en intentar abordar el contexto histórico global, en el marco de la Guerra Fría, por lo que abandona en parte unos personajes que tienen mucho más atractivo e interés del que se muestra. En realidad, esto no sucede solo con los personajes, sino también con el propio análisis histórico; ambos aspectos están cuidados y presentados de manera correcta, mas queda la sensación de que podríamos adentrarnos más en ellos. Así, la figura un tanto caricaturizada del ministro Ismael Huerta o la del propio Tapani Bortherus, o hechos como las torturas en el Estadio Nacional, la muerte de Allende, el rol de la diplomacia de otros países o el entierro de Pablo Neruda, quedan esbozados, pero sin detenerse en ellos con excesiva profusión.

Acertada aproximación


De esta forma, aunque nos deje con ganas de más, la serie consigue no perderse ni irse por las ramas en su combinación entre drama histórico y thriller. Con esto, se trata de una narración sencilla y apasionante, con la garra suficiente para pegarte a la pantalla, pero sin despistarse con el ruido ni en generar tensión. Mantiene siempre esa sobriedad tan propia de la ficción nórdica, de la que también adopta una cierta sutileza y distanciamiento para no tomar partido de manera burda –si bien es evidente de qué lado se pone–, sino siendo consciente de la complejidad de la situación y sin la urgencia de buscar culpables.

brotherus embajador suecia entierro pablo neruda

Esa sobriedad finlandesa se complementa con un verismo propio de la producción latinoamericana, buscando el realismo y logrando una ambientación muy trabajada, con atención a los detalles. También se captura de manera notable el zeitgeist de la época, a lo que ayuda el uso del color, con abundancia de los tonos apagados y plomizos. Igualmente, los personajes –aunque insisto en que me gustaría un mayor detenimiento en su estudio interno– son fidedignos y creíbles, con un trabajo de casting y una dirección artística muy adecuadas, que permiten transmitir mucho con la sola presencia física de cada figura. 

Junto a lo interesante y relevante del tema, el mayor atractivo de la miniserie que llega a Filmin es precisamente esta combinación de sobriedad y realismo. Esta aproximación hace que podamos observar el golpe de estado chileno bajo un nuevo prisma y con nuevos protagonistas.


(Publicado en Los Lunes Seriéfilos)

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