FOTO: Claudio Álvarez |
El tema del AVE
es uno de los más interesantes que se pueden plantear en un país con unos
gobernantes que gustan de lo grandioso de las infraestructuras innecesarias.
Llámense trenes o aeropuertos. Como leonés, y para no tirar piedras contra mi
propio tejado de pizarra, no voy a entrar en este asunto. En su lugar, este
artículo tratará sobre la honradez.
Vayamos por
partes: el día 30, cuando la línea de AVE Madrid-León entró en funcionamiento,
lo hacía con jugosos descuentos que permiten viajar desde la capital a Palencia
por 15 euros y a León por 20. Se trata de una oferta muy llamativa (que no ha
hecho gracia, por cierto, a las líneas de autobuses) y para la que, en sus
primeros días de campaña, ya se habían vendido 22.000 billetes entre Madrid y
León.
Hasta aquí, todo
correcto: una jugosa promoción capaz de atraer a viajeros y de dar a conocer la
nueva línea. Solo existe un fallo, y es que el tramo de esta línea que ya
existía (entre Madrid y Valladolid) ha mantenido sus precios. Por lo tanto,
viajar entre Madrid y Valladolid cuesta hasta 60 euros, mientras que un
trayecto más largo hasta Palencia o León saldría por bastante menos dinero.
Han sido
numerosos los medios de comunicación locales, regionales y nacionales que ya se
han hecho eco de este debate. Por lo general, se ha tratado esta información
desde un punto de vista “poco honrado”. En primer lugar, parece que se publica
la información para aquellos viajeros a Valladolid que no se hayan enterado del
gazapo y se quieran ahorrar un dinero. También se ha criticado la “metedura de
pata” de Renfe. Y hasta ha habido burlas por su apelación a la “honradez”.
También se ha mencionado, ahora ya con más criterio periodístico, que es
posible que muchos asientos para Palencia y León no se cubran por culpa de
aquellas personas que, bajándose en Valladolid, hayan adquirido pasajes para un
trayecto más largo.
A estas
publicaciones se han sumado los comentarios en los propios medios o en otras
redes sociales que han criticado la falta de honradez de la propia compañía de
trenes por fijar esos precios. He llegado a leer a alguien que censuraba la
actuación de quien planteó su duda a Renfe porque así lo que se va a lograr es
que quiten la oferta. Otros, los más, decían que pedir honradez en España
resulta un tanto cómico, y más si es Renfe quien lo plantea.
Independientemente
de si Renfe actúa de forma honrada o no. Independientemente de si consideramos
que esta promocion (que no deja de ser una campaña de marketing como otras
tantas que se realizan a diario) es correcta o no. Independientemente de si
entendemos los precios de AVE como un abuso. Independientemente de todo eso, si
quieres ir a Valladolid y te compras un billete para Palencia para ahorrarte
dinero, no estás actuando con honradez.
Puede ser
justificable y muy necesaria para algún maltrecho bolsillo. Y puede ampararse
en la propia culpa de Renfe. Y puede argumentarse que la propia compañía ya
contase con ello. Incluso podemos pensar que nadie en su sano juicio pagaría el
precio completo si fuera consciente del truco. Podemos plantear mil razones de
peso, pero es innegable que se trata de una falta de honradez. Quizá no sea un
proceder del todo censurable. Pero sin duda, lo que no es, es honrado.
Este no deja de
ser otro ejemplo de esa picaresca española que tanto nos gusta y enorgullece.
Común a muchos (incluido quien escribe), y sin mala intención, pero no por ello
más honrada. Y que no se nos olvide la próxima vez que critiquemos la poca
honradez de los políticos, de los empresarios o de la Renfe.
Quizá sería bueno
empezar a actuar con verdadera honradez para poder después exigir lo mismo a
los demás. Pero claro, a ver quién es el listo que paga 60 euros pudiendo pagar
15 sin consecuencia alguna...
(Publicado en Neupic)
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