‘The Accident’, mejor estreno en la historia de Filmin, relata la tragedia de los habitantes de un deprimido pueblo galés tras un accidente en el que mueren ocho niños y un adulto
Ha sido el mejor estreno en la historia de Filmin. La miniserie con más visionados durante su primer día. Aunque en parte haya que explicar esto gracias al crecimiento de Filmin (debido, entre otras causas, a promociones como la del Black Friday, a su presencia mediática como garantes de un modelo diferente, a su apuesta por una producción europea y clásica o a su pago de impuestos en España sin trucos fiscales), es evidente que el elemento clave es la calidad y el atractivo de la serie. No sé hasta qué punto ‘The Accident’ tiene el atractivo comercial que le garantice ese honor de estreno más visto de la plataforma, pero desde luego sí tiene la calidad y la capacidad de atrapar al espectador que la inicia.
Es cierto que la carta de presentación de ‘The Accident’ es muy llamativa: serie más vista del año en Channel 4, del creador de ‘The Virtues’ y con las protagonistas de ‘Happy Valley’ y ‘Borgen’. Sin embargo, no creo que esto haga justicia a una obra que va mucho más allá, y cuyo verdadero nivel solo se descubre a través de sus cuatro capítulos. Cuatro capítulos de 50 minutos que saben a muy poco, la historia hubiera dado para más y hay elementos en los que se echa de menos más detalle y detenimiento.
Pero esta estructura, en cualquier caso, es muy acertada para relatar una historia sobre un accidente en un edificio en construcción que acaba con la vida de ocho niños y un hombre en una pequeña localidad galesa. Los cuatro capítulos van distanciándose del accidente que tiene lugar en el primer episodio, mostrando los efectos más directos unos días después en el segundo, profundizando en las secuelas y la construcción del caso unas semanas más tarde en el tercero, y centrándose en el juicio a los responsables varios meses después en el cuarto.
El cuidado de los personajes
Esta organización de la narración permite que la evolución y el análisis interior de los personajes se muestre de forma extraordinaria. Los tres más relevantes, la joven Leona, su padre, Iwan y su madre, Polly –con una genial Sarah Lancashire–, ofrecen una lección magistral de construcción de unos personajes muy complejos, reflejando el patetismo del padre, la fortaleza de la madre y la evolución de la niña.
Más allá de estos tres personajes, de los más ricos y redondos que he visto en mucho tiempo, hay un gran elenco en el que fijarse. En realidad, todo el pueblo, como comunidad que busca recuperarse de la tragedia, ejerce como una figura más, ilustrando el drama a nivel colectivo y profundizando, gracias a ese retrato coral, en las particularidades individuales. Este análisis se adereza con la visualización de las regiones periféricas del Reino Unido y de una cierta lucha de clases, algo que, aunque presente de forma transversal en una gran cantidad de obras de distintos lugares, se suele mostrar de manera muy directa en la producción británica –pienso, como ejemplos muy distantes, en ‘Peaky Blinders’ o en cualquier obra de Ken Loach–.
Todo este retrato ambiental y de los personajes se impone al drama judicial, a las consecuencias del juicio y al reparto de culpas, que pierden relevancia y se convierten en una excusa. El accidente que articula la miniserie escrita por Jack Thorne es, en definitiva, un argumento para contar una historia mucho más importante, la de la resiliencia y la entereza de unos personajes tan reales como los que habitan las regiones más deprimidas y olvidadas de nuestros paraísos primermundistas.
Todo este retrato ambiental y de los personajes se impone al drama judicial, a las consecuencias del juicio y al reparto de culpas, que pierden relevancia y se convierten en una excusa. El accidente que articula la miniserie escrita por Jack Thorne es, en definitiva, un argumento para contar una historia mucho más importante, la de la resiliencia y la entereza de unos personajes tan reales como los que habitan las regiones más deprimidas y olvidadas de nuestros paraísos primermundistas.
(Publicado en Los Lunes Seriéfilos)