jueves, 28 de noviembre de 2019

[Series] 'The Accident': la fortaleza frente a la tragedia

‘The Accident’, mejor estreno en la historia de Filmin, relata la tragedia de los habitantes de un deprimido pueblo galés tras un accidente en el que mueren ocho niños y un adulto



the accident leona

Ha sido el mejor estreno en la historia de Filmin. La miniserie con más visionados durante su primer día. Aunque en parte haya que explicar esto gracias al crecimiento de Filmin (debido, entre otras causas, a promociones como la del Black Friday, a su presencia mediática como garantes de un modelo diferente, a su apuesta por una producción europea y clásica o a su pago de impuestos en España sin trucos fiscales), es evidente que el elemento clave es la calidad y el atractivo de la serie. No sé hasta qué punto ‘The Accident’ tiene el atractivo comercial que le garantice ese honor de estreno más visto de la plataforma, pero desde luego sí tiene la calidad y la capacidad de atrapar al espectador que la inicia.

Es cierto que la carta de presentación de ‘The Accident’ es muy llamativa: serie más vista del año en Channel 4, del creador de ‘The Virtues’ y con las protagonistas de ‘Happy Valley’ y ‘Borgen’. Sin embargo, no creo que esto haga justicia a una obra que va mucho más allá, y cuyo verdadero nivel solo se descubre a través de sus cuatro capítulos. Cuatro capítulos de 50 minutos que saben a muy poco, la historia hubiera dado para más y hay elementos en los que se echa de menos más detalle y detenimiento.

Pero esta estructura, en cualquier caso, es muy acertada para relatar una historia sobre un accidente en un edificio en construcción que acaba con la vida de ocho niños y un hombre en una pequeña localidad galesa. Los cuatro capítulos van distanciándose del accidente que tiene lugar en el primer episodio, mostrando los efectos más directos unos días después en el segundo, profundizando en las secuelas y la construcción del caso unas semanas más tarde en el tercero, y centrándose en el juicio a los responsables varios meses después en el cuarto.

El cuidado de los personajes 


Esta organización de la narración permite que la evolución y el análisis interior de los personajes se muestre de forma extraordinaria. Los tres más relevantes, la joven Leona, su padre, Iwan y su madre, Polly –con una genial Sarah Lancashire–, ofrecen una lección magistral de construcción de unos personajes muy complejos, reflejando el patetismo del padre, la fortaleza de la madre y la evolución de la niña.

sarah lancashire the accident

Más allá de estos tres personajes, de los más ricos y redondos que he visto en mucho tiempo, hay un gran elenco en el que fijarse. En realidad, todo el pueblo, como comunidad que busca recuperarse de la tragedia, ejerce como una figura más, ilustrando el drama a nivel colectivo y profundizando, gracias a ese retrato coral, en las particularidades individuales. Este análisis se adereza con la visualización de las regiones periféricas del Reino Unido y de una cierta lucha de clases, algo que, aunque presente de forma transversal en una gran cantidad de obras de distintos lugares, se suele mostrar de manera muy directa en la producción británica –pienso, como ejemplos muy distantes, en ‘Peaky Blinders’ o en cualquier obra de Ken Loach–.

Todo este retrato ambiental y de los personajes se impone al drama judicial, a las consecuencias del juicio y al reparto de culpas, que pierden relevancia y se convierten en una excusa. El accidente que articula la miniserie escrita por Jack Thorne es, en definitiva, un argumento para contar una historia mucho más importante, la de la resiliencia y la entereza de unos personajes tan reales como los que habitan las regiones más deprimidas y olvidadas de nuestros paraísos primermundistas.

(Publicado en Los Lunes Seriéfilos)

martes, 19 de noviembre de 2019

[Series] 'The Sleepers'. autenticidad checa para ilustrar el fin de la Guerra Fría

‘The Sleepers’, estrenada en HBO España el 17 de noviembre, coincidiendo con el trigésimo aniversario de la Revolución de Terciopelo en Praga, ofrece una compleja historia de espías con un sello muy personal y verosímil


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Hace menos de dos semanas se conmemoraba el trigésimo aniversario de uno de los eventos históricos más determinantes del siglo XX, la caída del Muro de Berlín, el 9 de noviembre de 1989. Unos días más tarde, consecuencia inevitable de aquello, comenzaba la Revolución de Terciopelo, que pondría fin al régimen comunista en Checoslovaquia. Y justo treinta años después del día más determinante de esta revolución, el 17 de noviembre, se ha estrenado en HBO ‘The Sleepers’, una miniserie checa de seis capítulos ambientada en los meses y eventos que cambiaron la Historia de Europa, del mundo y, sobre todo, de países como Checoeslovaquia, que más tarde daría lugar a las actuales República Checa y Eslovaquia. 

La tristeza que se transmite en muchos momentos, la presencia de la música clásica –sobre todo de algún violín lacónico–, el marcado tono pesimista y el uso de una iluminación y colorimetría apagadas son comunes en gran parte de la producción de los países europeos del antiguo bloque comunista, lo que demuestra la influencia que su pasado todavía ejerce en la obra audiovisual de estas naciones. Sin embargo, en esta historia centrada en la Guerra Fría y el cambio de régimen, esa estética y esas sensaciones son especialmente útiles, pues permiten transmitir de manera fidedigna el espíritu que se vivía en la Praga de finales de 1989, con un modelo comunista que se agotaba sin remedio y una libertad y prosperidad que no llegaban.

Desde luego, esta miniserie no hubiera resultado tan verosímil, ni en su estética ni en su ritmo, si se hubiera realizado en otro país, pues son esas peculiaridades de la producción audiovisual de República Checa –extensible, tal vez, a otras filmografías europeas del antiguo bloque comunista– las que le permiten esa autenticidad al aproximarse al tema que articula la trama. Así, de la misma forma que criticábamos hace tiempo la unificación que Netflix había impuesto sobre ‘Criminal’, privándola de la riqueza de sus variaciones nacionales, en este caso hay que alabar la valentía de HBO, produciendo una obra de clara vocación nacional, que, aunque quizás resulte más difícil de seguir para otros públicos, ofrece un valor añadido y diferenciador que debe ser reconocido. 

Historia de espías en el final de la Guerra Fría


En este sentido, también es de agradecer encontrarnos con un trabajo centrado en la Guerra Fría que se aleja de las clásicas historias de espías ambientadas en Estados Unidos o en la Unión Soviética, que apuesta por conocer qué ocurrió con los espías y con los fieles y traidores de ambos bandos una vez que el Telón de Acero hubo desaparecido y, sobre todo, que no se posiciona, dejando claros los abusos cometidos por representantes de ambos bloques y la complejidad que residía tras cada decisión y tras cada traición. De esta forma, ‘The Sleepers’ se va convirtiendo, a medida que avanza, en una historia más y más enmarañada, combinando pistas falsas y verdaderas para el espectador, jugando con el montaje, y añadiendo intriga y tensión.

the sleepers Tatiana Pauhofová

La historia central es la de la mujer de un conocido disidente que, tras regresar a Praga poco antes de la Revolución de Terciopelo, es atropellada por un coche cuando caminaba junto a su marido, que desaparece. La búsqueda que emprenden ella, la Embajada Británica en Praga y los servicios secretos checoeslovacos se van entrelazando, dibujando un juego de alianzas que parecen ir cambiando y que no son fáciles de desentrañar. La narración ofrece numerosos giros y, aunque los capítulos son largos y lentos, están cargados de información y sucesos; es cierto que no es una serie ágil, pero nada de lo que se cuenta es prescindible.

Por último, los nada disimulados movimientos de la cámara, el cuidado y realismo de los decorados, las visiones aéreas de Praga y la inclusión de referencias sutiles e inteligentes a la actualidad son argumentos que añaden valor, complejidad y personalidad a ‘The Sleepers’. Y es precisamente en esa complejidad y personalidad donde reside el mayor atractivo de la obra, aunque también su mayor impedimento para alcanzar a públicos más amplios.

(Publicado en Los Lunes Seriéfilos)

domingo, 3 de noviembre de 2019

[Series] 'Un espía entre nosotros': Guerra Fría entre pompa y circunstancia

El 29 de octubre se estrenó en Filmin la miniserie británica ‘Un espía entre nosotros’, en la que Stephen Poliakoff aborda una historia de la Guerra Fría en el Reino Unido


fotograma un espía entre nosotros

La Guerra Fría, con su tensión y amenaza constante, con el riesgo de la aniquilación más absoluta, con su extensa duración a lo largo de décadas y con sus efectos en la geopolítica y la organización del mundo hasta el presente, ofrece uno de los telones de fondo más comunes para la ficción en el cine y la televisión. Estamos acostumbrados –y abrumados por ella– a la perspectiva estadounidense, aunque también abundan las historias ambientadas en la Unión Soviética o en aquellos países en los que se separaban el Este y el Oeste, sobre todo en Alemania y, en especial, en Berlín, materialización más evidente del telón de acero. Sin embargo, no son tan comunes las historias de aquellos países que, alineados con una de las dos potencias, vivían la amenaza de una forma más latente, aunque con los servicios secretos igualmente en constante ebullición.

‘Un espía entre nosotros’ (con el título algo más novedoso de ‘Summer of Rockets’ en la versión original) relata precisamente una historia sobre la Guerra Fría en el Reino Unido, uno de los aliados más poderosos de Estados Unidos, todavía poseedor de un vasto imperio colonial y con el MI5 y el MI6 como servicios de inteligencia de referencia. Este país, en el que la pompa y la tradición chocan con la carrera tecnológica y armamentística de la época, ofrece un entorno menos habitual pero muy interesante para este tipo de historias.
La trama se centra en la figura de un inventor judío de origen ruso que acabará viéndose envuelto en una red de conspiraciones y espionaje. Lo más destacado de esta miniserie de seis capítulos que acaba de llegar a España de la mano de Filmin es que esta historia principal está acompañada por varias líneas argumentales secundarias de gran relevancia. Entre ellas, sobresalen el racismo, la ruptura con la tradición de las hijas de la aristocracia de ser presentadas ante la Reina, la supervivencia de un niño con mucha imaginación en un internado o la búsqueda de un hijo desaparecido. Estas tramas, aunque le restan atractivo a la historia principal, que a veces funciona más como excusa que como elemento central, le añaden una notable riqueza a la narración. 


¿Quién es el espía? 



Es cierto que le cuesta arrancar y que la mayoría de las historias avanzan con lentitud, pero desde el comienzo se percibe que hay más de lo que se ve a simple vista y que la narración no da pasos en falso. Además, existe una tensión casi constante que a mitad de la miniserie ha atrapado al espectador, en parte también gracias a la falta de conocimiento sobre el fondo de cada personaje, no sabiendo de quién fiarse ni qué creer, y dudando siempre sobre quiénes son los “buenos” y cuáles son las motivaciones de cada uno.


un espía entre nosotros timothy spall


Esto no es extraño en las obras de Stephen Poliakoff, que refuerza esta cierta confusión con diálogos y situaciones que tienden a la artificialidad, la exageración o la falta de justificación. Se logra, con todo esto, esa sensación de inseguridad y desorientación que refleja con fidelidad lo que se vivía en los peores años de la Guerra Fría, si bien es cierto que es difícil determinar si es esa la verdadera intención del director y guionista británico o si simplemente le sale así.

En realidad, esto me impide decidir hasta qué punto me gusta la serie. Desde el primer momento es evidente todo su potencial y la fuerza de lo que cuenta, y es incuestionable que las interpretaciones son cuidadas –con Timothy Spall o Keele Hawes como nombres más destacados– y tanto los escenarios como el vestuario gozan de una gran belleza. Pero creo no haber comprendido el porqué de parte de lo que sucede y eso le resta un atractivo que, de otra forma, podría haber convertido a ‘Un espía entre nosotros’ en una obra memorable.


(Publicado en Los Lunes Seriéfilos)